ELIMINE TODA DUDA DE SU CORAZÓN

ELIMINE TODA DUDA DE SU CORAZÓN
Miércoles 27 ENERO, 2021
Pastor Adolfo Membreño
Mateo 21:22
«Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis».

Cuando maduramos espiritualmente, nuestra confianza en la fidelidad de Dios se arraiga profundamente en nuestros corazones y nuestras mentes. Sin embargo, habrá ocasiones en que surgirán dudas peligrosas que podrían marchitar nuestra fe. Para no retroceder lo que hemos avanzado en el Señor, es necesario reducir las dudas a como dé lugar, y esto lo debemos de hacer antes que afecten nuestra vida espiritual:

1.- NO OLVIDAR. Recuerde de otras situaciones en las que Dios le liberó y dedique tiempo para darle gracias por su intervención. Ore al Padre en el nombre de Jesús y confíe que su oración es oída. «Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles» (Romanos 8:26).

2.– BUSCAR EN LA PALABRA. Refresque en su mente las palabras del Señor Jesús y sus promesas. Dios habla por Las Escrituras, «Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones» (2 Pedro 1:19). Busque pasajes que haya subrayado o que usted recuerde, para abonar a su fe. La Palabra de Dios no vuelve atrás vacía, sino que cumple su propósito (Isaías 55:11).

3.– CREER FIRME-MENTE. Decida en su corazón creer a Dios con toda su MENTE y con todo su ser. No dude, ni permita que sus pensamientos humanos e imperfectos le desvíen de los pensamientos de bien que el Padre tiene para usted (Jeremías 29:11). Nuestra naturaleza humana complica las cosas, lo cual nos hace vulnerables a las dudas. Pero si decidimos confiar en el Señor, ellas no podrán reducir nuestra fe.

4.- CONGREGUESE. No falte a su iglesia*. Satanás ha encerrado a la iglesia de Cristo por mucho tiempo. Dios quiere que tengamos comunión con Él y con los hermanos en Cristo (1 Juan 1:3). «Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca» (Hebreos 10:23-25).

Que Dios te ayude a romper con la incredulidad cuando ésta te ataque. Amén.
. * Cumpla con las medidas de protección contra el virus.

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