Domingo 28 de febrero, 2021
pastor: Adolfo Membreño Pereira
Para un viajero, no hay nada más frustrante que llegar tarde al aeropuerto y perder el vuelo. Todos los planes de esa persona se vienen abajo, algunos ya reservaron y pagaron hotel, alquiler de vehículo por adelantado o inclusive algún paquete turístico en el lugar de destino. Pero por llegar tarde y no abordar el transporte, han perdido por lo menos el cincuenta por ciento de su inversión.
Con instrucciones específicas de Dios, Noé construyó un arca de proporciones gigantescas, (un navío de 133 metros de largo, 23 metros de ancho y 14 metros de alto), para albergar a una inmensa cantidad de animales y también a su propia familia, a fin de protegerlos de la extinción durante el diluvio.
Se cree que la construcción del arca tardó cien años aproximadamente y durante ese tiempo Noé alertó a los vecinos de la comunidad para que se prepararan porque llovería sobre la tierra, cosa que aun no había pasado ya que: “se levantaba de la tierra un vapor que regaba toda la superficie del suelo” (Génesis 2:5-6), y los hombres no creían que ese fenómeno de la lluvia sucedería en algún momento, hasta que el diluvio llegó y fue muy tarde. Jesucristo mencionó esto, para ilustrar su regreso a la tierra, y la necesidad de creer y prepararse para su poderosa venida, la cual está cerca. “ Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:36-39).
Cristo volverá pronto. Primero a llevar a su iglesia (1Tes. 4:13-17) y luego aparecerá en las nubes y todo ojo le verá (Apo. 1:7). Su segunda venida será para reinar sobre la tierra junto a su pueblo y toda rodilla se doblará ante él. Cuando usted oye predicadores que andan por las calles anunciando que Cristo viene, imagine a Noé entre su pueblo, rogándoles que cambiaran de actitud. La gente creía que Noé estaba loco, tal como las personas opinan hoy de los que abiertamente y sin temor anuncian la próxima venida del Señor. ¿Cree usted que Jesucristo viene pronto a la tierra? ¿Está listo? ¿Tiene usted una relación con Dios que le asegure que al sonar de la trompeta se levantará para recibir al Señor en el aire? (1Tes 4:16).
Fíjese que, cuando Dios cerró la puerta del arca; porque fue Dios quien personalmente cerró la puerta: “Y los que vinieron, macho y hembra de toda carne vinieron, como le había mandado Dios; y Jehová le cerró la puerta. (Génesis 7:16), entonces fue muy tarde para los vecinos de Noé. Pudieron haberle gritado: “¡Ábrenos! … ¡Abre la puerta! Pero una vez que Dios cerró la puerta, ya era demasiado tarde para detener su juicio. Dios no hace nada sin antes decirlo a todos para que las personas crean. El asunto es que lo habla por medio de sus hijos y usando las Escrituras, las cuales Jesucristo autorizó diciendo: “Escudriñad las Escrituras”. (Juan 5:39), porque éstas son La Palabra de Dios como guía para nuestro camino en la tierra. Lamentablemente muchos envés de creer en ella, prefieren la palabra de sacerdotes religiosos o religiones manejadas al antojo de hombre.
Podría ser que Cristo venga hoy, y sea muy tarde para que usted pueda recibir la salvación por gracia. La gracia es la promesa de Dios para salvarnos si solamente creemos en su Hijo Jesucristo y le seguimos. Usted hoy tiene esa opción abierta, por lo cual rogamos a Dios que acepte a Jesús antes que sea demasiado tarde.