EL DESÁNIMO

EL DESÁNIMO
Jueves 14 de enero.
Lea el texto en su Biblia Salmos 34:1-8
El desánimo puede ser el resultado de varios escenarios, pero Satanás es el instigador. Él hará todo lo que pueda para desmoralizarnos, y que mantengamos nuestro enfoque en las cosas negativas, en vez de Dios. Una forma sutil de desánimo espiritual es la idea de que no podemos agradar a Dios. Esta es una trampa del diablo que atrapa a muchos cristianos.

Si escribiéramos todo lo que pensamos que tenemos que hacer para agradar a Dios, ¿qué tan larga sería esa lista? Pensaríamos que debemos leer más la Biblia, orar más, dar más, y testificar más de Cristo. Probablemente llenaríamos ambas caras de la hoja. Después miraríamos la lista y nos daríamos cuenta de que es imposible cumplir cada una de esas tareas. Esa es la trampa. Lo que agrada al Señor es la obediencia, no el que tratemos de cumplir una lista larga de obligaciones.

La oración no contestada es otra fuente de desánimo. Cuando oramos y Dios no responde de la manera o en el momento que nosotros quisiéramos. En este caso, podemos decaer, y a partir de allí podemos decidir no orar más.

David escribió este Salmo cuando fingió estar demente ante Aquis, rey de Gat. (1Samuel 21:10-15). Su temor era el de un hombre a quien todos le persiguen para matarlo; pero aquí leemos su testimonio de que Dios nunca le dejó, e invita a que probemos la misericordia de Dios, que no era solamente para él, sino para todos aquellos que CONFÍAN EN EL. «Dichoso el hombre que confía en Él» (v.8). Si buscamos a Dios, le encontramos (v.4) oye el clamor y libra de angustia (v.6).

Ponga su mirada en el Señor para romper las cadenas del desánimo. Dele gracias por estar con usted mientras se sintió desanimado. Luego, acepte que Él debe tener el control de su vida. Y por último, reconozca que Él hará que las circunstancias sean para bendición de su vida. El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, Y los defiende. (v.7)

No pierdas tu confianza en el Señor. El está contigo.