NO TE RINDAS

MÁS QUE VENCEDORES
Enseñanza para jueves 7 de enero.
Lea la Escritura abajo: Romanos 8:35-37

Un señor se acercó a un juego de pelota de una liga infantil y le preguntó a uno de los niños: “¿Cómo está el juego?” El niño respondió: “dieciocho a cero, estamos perdiendo”. “Vaya…”, dijo el espectador, “estoy seguro que están desanimados”. “Desanimados, ¿por qué habríamos de estarlo?” dijo el pequeño, “todavía nosotros no hemos bateado.”

Cuando consideramos una vida cristiana victoriosa, podemos pensar incorrectamente que la victoria depende de la habilidad de salirnos de situaciones difíciles. Pablo dice que somos “más que victoriosos,” aun estando en medio de la crisis.

Para el cristiano, la verdadera derrota radica en separarnos del amor de Cristo. Tendríamos que separarnos del amor constante y la protección celosa de nuestro victorioso Maestro y Señor. ¿Podrá algún desdén lograr separarnos de nuestro Salvador? “¿Quién nos separará del amor de Cristo?” Esta pregunta se contesta en los versos 38 y 39: “Por lo cual estoy SEGURO de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.”

De manera que todo creyente, hijo de Dios, nacido de nuevo por la sangre del Cordero, puede confiar en estas palabras fieles. Si seguimos adelante, aun con nuestras imperfecciones, como viendo al invisible, entonces NADA, ABSOLUTAMENTE NADA NI NADIE, puede separarnos del amor de Dios.

Siga adelante, aunque sienta pesadez en su andar, aunque en ocasiones le disgusten algunas actitudes de los mismos hermanos en Cristo o de alguna otra persona. SUPERE toda molestia por amor a Jesús. DESCARGUE todo aquello que le haga peso, ¿Para qué lo lleva? UBIQUE su vida en un nivel espiritual de fe y confianza en Dios, de manera que nada le alcance y mire como todo lo que le molesta queda abajo. Tome el papel de MÁS QUE VENCEDOR porque Jesús le ha dado ese privilegio.


—–ROMANOS 8:35-37
35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
36 Como está escrito:
Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero.
37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.